diumenge, 22 de gener del 2012

Voluntats suïcides i crítica social a Delicioso suicidio en grupo d’Arto Paasilinna (3)

a) Viatge cap al Nord: Recorregut per Finlàndia des del doble intent de suïcidi al llac Humalajärvi a l’intent de suïcidi al Cap Nord

A continuació recollim el nom de les 45 ciutats i poblacions finlandeses i les 4 localitats noruegues per les quals passa l’autobús durant aquest trajecte i posem una citació destacada en algunes de les poblacions en què l’autobús fa una parada significativa, que assenyalem amb negreta.
- Hämeenlinna, capital de la regió de Häme (cap. 1,2,3,4,5,6,7,10) i el llac Humalajärvi (cap. 1,2,3,4,5,6,7,10,11)
A mediodía la sauna estuvo a punto. Ya dentro, se azotaron sin piedad con ramas de abedul, como si hubiese una razón especial e inexplicable para ello. Tenían que sacudirse de la espalda su vida anterior, azotarse para ahuyentarla lo más lejos posible. Purificaron sus cuerpos, pero ¿qué iba a ser de sus almas? (22)
(...) en Finlandia se cometían cada año mil quinientos suicidios, y la cantidad de personas que planeaban acabar con sus días, hombres en su mayoría, era diez veces superior. (27)
- Hèlsinki (cap. 4,5,7,8,9,10,11)
Procuren comer bien, a ver si así reviven un poco -aconsejó Helena Puusaari al mortecino grupo. (88)
- Toijala (cap. 5,10)
Poble d'Helena Puusaari, cap d'estudis d'un institut d'educació d'adults (45)
- Lammi (cap. 5,12)
[Helena Puusaari] Soy aficionada a los cementerios -le explicó al coronel-. Me relajan y me reconfortan. (50)
- Jyväskylä (cap. 7). Poble del coronel Kemppainen- Janakkala, Tuusula (cap. 7)
Durante el viaje pararon para que Helena Puusaari visitase dos cementerios, el de Jankkala i el de Tuusula. Ambos obtuvieron una buena puntuación. (63)
- Tikkurila, Järvenpää, Kerava, Hyvinkää, Riihimäki (cap. 10)
- Urjala (cap. 10,11)

En Urjala, el conductor paró a repostar y echó 200 litros de gasoil (...) De vuelta en el autobús, tomó el micrófono y les soltó de golpe que, por lo menos él, no pensaba llevar a semejante tropa hasta el norte de Noruega (93)
- Turenki, Hattula, Hauho, Pälkäne, Luopioinen (cap. 12), Vääksy i Heinola (cap. 13)
- Juva (cap. 14)

-¡Mi coronel! ¡Se presenta el cabo primero Jääskeläinen! ¡Efectivos: uno más doce... vacas! (117)
- Savonlinna (cap. 15,16,17)
-Ya no puedo más -sollozó el pobre desgraciado-. Llévenme con ustedes, lo mismo me da adónde vayan, però llévenme con ustedes, se lo ruego... (131)
- Parikkala, Imatra (cap. 17)
Ya que estaban, fueron a visitar los rápidos de Imatra y sobre todo el puente de la presa. (...) Jarl Hautala les contó que cientos de aristócratas de San Petersburgo se habían arrrojado a los rápidos para ahogarse, ya que, en el siglo XIX, Imatra había sido el lugar más de moda de Europa del norte entre los suicidas. (133)
- Lappeenranta, Kouvola, Kotka (cap. 17)
No era habitual que en un entierro se presentasen decenas de personas con un oficial de alto grado, seguramente un coronel, a la cabeza. En aquel momento el pastor se acordó también de ciertos rumores según los cuales el difunto había muerto en extrañas circunstancias en la embajada de algún país árabe, o algo así (138)
- Lovisa, Porvoo, Huittinen, Pori (cap. 18)
-Aquí la tenéis... Con esta flota me he ganado el pan, recorriendo las carreteras de toda Finlandia -dijo el transportista por el micrófono. (142).
- Närpes -o Närpio- (cap. 18)
[Piippo] Se quejó de que los visones eran mucho más difíciles de entrenar que los perros: se trataba de unos bichos testarudos, que no atendían las órdenes del entrenador y olvidaban con suma facilidad todo lo aprendido. Para ser sinceros, por culpa de su desvergüenza todo su brillante proyecto se había venido abajo en unas pocas semanas. (145)
- Kuopio, Iisalmi, Kajaani, Vaasa, Seinäjoki, Oulu, Haukipudas, Kuusamo (cap. 19)
Grande fue la emoción de la señora Puusaari y del coronel al ver el autobús de La Veloz de Korpela, S.A. en el aparcamiento del hotel. Era como regresar a casa. (150)
- Kemijärvi, Kittilä, Pallas, Enontekiö (cap. 19)
En Kemijärvi se les unió el guarda fronterizo Taisto Rääseikköinen, de veinticinco años de edad, que padecía de alucinaciones y delirios paranoicos de un tiempo a esta parte. La situación se veía empeorada por el hecho de que se creía vigilado por potencias extranjeras, lo que convertía su trabajo en un suplicio infernal. (151)
- Kautokeino (cap. 20,21) Noruega
Sorjonen les explicó el motivo de que el sol nunca se pusiera en Laponia era que los lapones no tenían tierra propia. En invierno el sol desaparecía tras el horizonte, pero era porque la tierra estaba cubierta de hielo y nieve. (156)
- Alta, Porsanger (Noruega) (cap. 22)
El capitán en dique seco Mikko Heikkinen estaba firmemente convencido de que una decisión tan importante e irrevocable como el suicidio no debía tomarse con la cabeza clara, sin el consuelo de un par de tragos. El coronel no tuvo nada que objetar; ¡el alcohol no mata en un día! (168)
- Honningsvåg (Noruega) (cap. 22) 

b) Viatge cap al Sud: Del cap Nord al Cap de la fi del món

El viatge cap al Sud compta amb una trentena de localitats, però amb molts més països. A més dels tres països escandinaus (Noruega, Suècia i Finlàndia), fan diverses parades rellevants a Alemanya, Alsàcia i Suïssa. Travessen França i la península ibèrica fins arribar al sud de Portugal.

- Porsangerhalvøya, Svartvika, Seljenes, Lakselv (Noruega) (cap. 24)

- Ivalo, Inari (cap. 24)

Durante aquellas felices noches se dedicaron a descansar tranquilamente en la naturaleza y a charlar sobre lo divino y lo humano. Evocaron con gravedad su gran carrera hacia la muerte en el Cabo Norte y el aplazamiento del suicidio colectivo les pareció a todos una sabia decisión. (188)
- Haparanda, Malmö (Suècia) (cap. 25)
El reencuentro estuvo lleno de alegría. Los aspirantes a suicida le contaron entusiasmados lo bien que se lo habían pasado en su semana de vacaciones en Noruega. Parecían tranquilos y en plena forma, y nadie mencionó la muerte para nada. (194)
- Walsrode, (cap. 26) Alemanya
Unos cuarenta jóvenes borrachos con las cabezas rapadas y chaquetas de cuero invadieron la recepción y, vociferando, exigieron hospedaje para la noche. Por lo visto, habían asistido en Hamburgo a un partido de fútbol entre el equipo local y el de Múnich del que eran seguidores. (201)
- Würzburg (cap. 27) Alemanya
En Würzburg se desviaron por las pequeñas carreteras secundarias que formaban la famosa Romantische Strasse, la Ruta Romántica, a cuyos lados se levantaban numerosos castillos, para deleite de la vista. Los aspirantes a suicida suspiraban encantados al contemplar los limpios pueblecitos y sus bellas casas. (208-209)
- Castell de Königsburg, Thannenkirch, Rorschwihr, Bergheim, Mittelwihr, Ribeauvillé, Guémar, Zellenberg, Saint-Hippolyte, Colmar (Alsàcia) (cap. 28)
Ante el castillo, construido en una vertiente de la montaña, se extendía el encantador paisaje de un valle alsaciano. Los cientos de hectáreas de extensos viñedos semejaban un mar verde y en calma en el cual flotaban pueblecitos y ciudades como seductoras islas. Las sombras de las nubes navegaban en el ligero viento matinal sobre la fértil llanura. El coronel calculó que sólo en aquel valle se producía al cabo de un año el vino blanco suficiente para garantizar el suministro diario de todos los hogares finlandeses hasta final de siglo, sobrando aún millones de botellas para las borracheras de fin de semana. (215)
- Zuric (Suïssa) (cap. 29)
En la ciudad se estaba celebrando la feria de la patata. Los agricultores venidos desde todos los rincones de Suiza festejaban la cosecha. Al parecer, ésta había sido excepcional aquel año, ya que el verano había sido soleado y sin viento, y como tampoco el mildiu había afectado a los patatales, la felicidad reinaba por doquier. Hay gente que piensa que los suizos son unos representantes algo simplones de la raza alpina, pero, se diga lo que se diga de ellos, de patatas sí que entienden. (p. 22)
- Fluntern Cementiri prop de Zuric (cap. 29)
Helena Puusaari dijo que había visto muchos cementerios durante su vida, como aficionada al tema que era, pero nunca uno tan impecable. El camposanto era la pura imagen de la meticulosidad suiza: los paseos estaban barridos hasta la exageración [...] Hasta las ardillas parecían endomingadas y se comportaban con una dignidad contenida. (226)
- Lucerna (Suïssa) (cap. 30)
En menos de una hora llegaron a Lucerna, una antigua y bella ciudad rodeada de bellas montañas que se alzaba a ambos lados del río Reuss. Sobre éste cruzaban todavía los puentes de madera cubiertos, construidos en el siglo XIV, cuyos techos estaban decorados con frescos representando escenas de la vida de aquella época. Los Suicidas Anónimos se pasearon por ellos en silencio y contemplaron meditabundos las aguas azul turquesa que bullían en los rápidos. (234)
- Furkapass (Suïssa) (cap. 30)
(...) la nieve le azotaba a uno la cara y la temperatura era probablemente de diez grados bajo cero. Estaban a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar, y con aquel tiempo era imposible divisar el valle, allá abajo. Se encontraban junto al nacimiento del Ródano. La masa de sus aguas salía del glaciar y caía con tal furia por la garganta de la montaña, que ni siquiera el aullido de la tormenta podía tapar su rugido. (236-237)
- Münster-Geschinen (Suïssa) (cap. 30, 31) Ginebra (Suïssa), Lió (França), Barcelona (Catalunya), Madrid (Espanya), Lisboa (Portugal) (cap. 32)

- Sagres i cap de San Vicente (Portugal) (cap. 32, 33)

El lugar era excepcionalmente bello. Los acantilados, de más de sesenta metros de altura, caían a pico en el océano color turquesa, cuyas olas estallaban rugientes contra las paredes de roca. El mar era allí cálido y su aliento no parecía tan cruel como el del Ártico. Pero el agua es la misma en todos los mares. (254)

Pere Torra

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